¡Happy Monday!
¿Alguna vez te sientes que no eres lo suficientemente bueno o lo suficientemente capaz de hacer algo? ¿Alguna vez sientes que no te valoran?
Apuesto a que sí, porque todos, en algún momento de nuestras vidas (y a veces demasiado frecuentemente) sentimos que en el trabajo, una pareja, un hijo o un hermano no nos valora o respeta como debería.
Cuando no nos sentimos valorados, REACCIONAMOS y generalmente reaccionamos mal.
Mi video de hoy está dedicado a todas las personas del mundo, porque si hay algo que he aprendido es que TODOS sufrimos la falta de valoración, por lo menos temporalmente.
La forma en que nos sentimos afecta nuestro comportamiento, que afecta nuestros resultados. Por ello me habrás escuchado decir muchas veces, que el 80% del éxito es emocional.
Sin embargo, la forma en que nos sentimos está determinada por el sentido que le damos a algo, por cómo «percibimos» la realidad. La percepción en sí, es una manera de ver, entender e interpretar algo y, ésto, está determinado por nuestros aprendizajes del pasado.
Recuerdo cuando nos mudamos a España y mis hijos eran pequeños. Los primeros días de cole venían muy estresados, al punto de vomitar… empecé a indagar qué era lo que estaba pasando y, para hacer el cuento corto, lo que les pasaba era que la forma fuerte y directa de hablar de los españoles les hacía creer que estaban enojados con ellos porque hacían algo mal, que no entendían qué era.
Lo que tenían era un problema de percepción. Les expliqué que los españoles hablaban así, pero que eso no significaba que estuvieran enojados, que de hecho podían estar hasta divertidos y hablar fuerte y directamente. Pasaron los mejores años de su infancia y adolescencia en España y ahora son capaces de «hablar fuerte y directo» cuando hablan con sus compañeros españoles.
La única independencia real es la emocional
Mi madre decía que la única independencia real era la económica. Creo que eso era porque mi padre no la dejaba trabajar. Con esa educación, de más está decir que desde mis 17 años trabajo y soy independiente económicamente, pero… más adelante la vida me enseñó que la independencia real es la emocional.
La independencia emocional te permite vivir la vida en tus términos
Cuando hablo de independencia emocional, hablo de no necesitar que te den una palmada en el hombro para sentirte valorado; no necesitar que te hablen «de cierta manera» para creer que tu trabajo vale; no necesitar que tu marido o tu mujer te diga «cuánto vales» para sentir que te valora.
Lo único que necesitas para sentirte valorado o valorada es valorarte tú. Es así de simple y por ende… así de complejo.
Espero que disfrutes del vídeo de hoy y de los 4 pasos para sentirte valorado.