¡Happy Monday!
¿Te has dado cuenta que muchas veces te encuentras en la misma situación? Quizá siempre terminas sintiendo que aportas más que los demás, o que la gente te termina engañando, o que te esfuerzas mucho y no logras salir del pozo profesionalmente o económicamente…
Esto puede deberse a tu Guión de Vida (teoría elaborada por el psiquiatra Eric Berne), que no es ni más ni menos que la historia que nosotros tejemos cuando somos niños acerca de lo que podemos y no podemos hacer que es, en definitiva, igual al guión de una película.
Así como los actores siguen un guión de actuación de acuerdo al papel que van a representar en la película y ese guión les indica las líneas que tienen que decir, las actitudes que van a representar y las acciones que tienen que realizar, las personas también lo hacemos en base a nuestra interpretación de nuestras experiencias de la infancia.
Cuando eres pequeño, vas componiendo una película en la que tú te conviertes en tu personaje principal y te rodeas de “personajes secundarios” que en general son las personas que han influido en tu infancia.
Es importante descubrir cuál es el guión que creaste y qué personaje decidiste representar en la vida, porque al igual que hace un actor de cine, tú intentarás a lo largo de toda tu vida, o tu película, mantenerte siempre en el papel y hacerlo a la perfección., por lo que frecuentemente puede que te encuentres habiendo cometido el mismo error varias veces, obteniendo el mismo resultado o tomando actitudes iguales pese a que las circunstancias puedan ser muy diferentes.
Según Berne, existen ciertos “mandatos” que vamos siguiendo como ejes del guión, que es importante revisar y modificar para nuestro bien. Estos son:
- No existas, no vivas, no seas: es un “mandato” destructivo que proviene de la idea que la vida es dura, que para tener éxito hay que sacrificarse, y de frases como “es lo que hay”.
- No pertenezcas: viene de frases como “eres un pesado”, “siempre estás molestando”. La gente que se ha educado bajo estas premisas puede elegir de forma inconsciente no relacionarse de manera profunda con nadie, como mecanismo de defensa.
- No crezcas: la típica situación de niños que han sido sobreprotegidos por los padres para inconscientemente fomentar su dependencia. Luego de adultos, son personas que se ven incapaces de tomar decisiones y de asumir compromisos.
- No seas niño: es lo contrario del caso anterior, en el que se le exige a un niño que asuma responsabilidades de adulto (cuidar de padres enfermos, hermanos, etc). Este tipo de personas, como adultos les cuesta disfrutar de la vida, no saben celebrar y tienden a poner las necesidades de los demás por encima de las propias.
- No hagas eso! Las restricciones exageradas en la infancia pueden impulsar tanto el miedo al éxito como el miedo al fracaso. En el caso del miedo al éxito, la persona emprenderá pero abandona el barco cuando está por llegar a la orilla; en el caso del miedo al fracaso, piensa y crea en su mente pero no llega a decidirse a tomar acción
- No eres importante: el caso de niños cuyos padres siempre están trabajando u ocupados y –por ende- no pueden atender las necesidades de sus hijos. Estas personas tienen como adultos, la necesidad exagerada de sentirse valorados y harán cualquier cosa por satisfacerla.
- No sirves: padres que exigen que los niños sean perfectos o que hagan algo a la perfección y en lugar de enseñarles a lograrlo se frustran ante el primer intento del niño, acusándole de que “no sirve”. Aquí está la base de los adultos con problemas de autoestima.
- No pienses: esto surge cuando los adultos ignoran las preguntas de los niños o les responden con mentiras. Como adultos, estas personas temerán pensar diferente de los demás.
- No sientas, no llores: «las emociones no sirven para nada», lo que de mayor generará personas con bloqueos emocionales importantes que les costará empatizar con los demás.
- No disfrutes: cada vez que el niño va a hacer algo de lo que puede disfrutar, los padres le dirán que tarde o temprano “pagará las consecuencias”. Al crecer, estas personas no sabrán disfrutar y temerán darse cualquier gusto o placer.
Es importante entender que mientras el guión de vida se construye en base a las experiencias que tienes cuando eres niño, tu PLAN de vida, lo construyes cada día como adulto.
Recuerda que todo el mundo puede crearse una vida en la que se sienta feliz. Solamente tiene que saber cómo hacerlo y para ello necesitamos educarnos en cuanto a cómo funcionamos y por qué puede que siempre nos encontremos ante las mismas situaciones.
Si tienes preguntas acerca de tu guión de vida y te pueden interesar nuestros programas de coaching para superarte, contáctanos y te daremos una primera sesión de coaching gratuita.
Que tengas una excelente semana!